Geezer Buttler era mucho más que un amigo de Dio y su familia, ellos eran como hermanos, tuvieron una historia maravillosa juntos a lo largo de tantos años, el eterno bajista de BLACK SABBATH acompañó de cerca toda la lucha y sufrimiento que Dio y su esposa Wendy enfrentaron con la esperanza de vencer el avance de la dolencia que acabó terminando con el cantante.
A continuación, podemos leer cómo Geezer Buttler, relata los últimos días de su gran amigo hasta su despedida final:
Jueves, 13 de mayo de 2010.
“Mi esposa Glória y yo fuimos invitados por Wendy para tomar un almuerzo en Santa Bárbara, junto con algunos amigos más próximos, Ronnie no tenía ningún apetito, la enfermedad y la quimioterapia estaban teniendo un impacto inmenso.
Como de costumbre, hablamos de deportes y nos reímos juntos, en lo que sería la última vez.
Aquella noche, recibí un mail suyo, muy bonito, un tesoro que guardaré para siempre”.
Viernes, 14 de mayo de 2010.
“Wendy nos llamó para decirnos que Dio estaba camino del hospital, el dolor se había vuelto insoportable, llegamos al local y dos horas después los médicos ya lo habían sedado.
En ese momento, llegaron más y más amigos, y nos dividíamos en turnos para agarrar la mano de Ronnie y susurrar nuestros pensamientos.
Wendy no salió ni un segundo, abrazada a él en su lecho durante toda la noche.
Decidí enviar un mail a Tony (Iommi) y prepararle para una pésima noticia”.
Sábado, 15 de mayo de 2010.
“La habitación de Ronnie estaba tranquila, fuera estábamos entre 25 y 30 amigos. Sabíamos que el fin era inminente y queríamos poder despedirnos todos. Fue un día lleno d elágrimas y reflexiones.
Por la noche, llamamos al capellán y todos nos reunimos en torno a la cama de Ronnie y rezamos, Ronnie no partirá fácilmente.
Poco antes de medianoche la mayoría de nosotros salimos decidiendo dejar a Wendy en privacidad para dar su último adiós. La devastación era visible”.
Domingo, 16 de mayo de 2010.
“07:46, nos preparábamos para salir del hospital a tomar algo, cuando llamamos a Wendy para ver si nos aceptaría un café y en ese momento recibimos la triste noticia, Ronnie acababa de fallecer.
Wendy fue una santa, estuvo con Ronnie en cada paso del camino, su coraje nos espantó a todos, cuidó que Ronnie tuviese la mejor despedida posible, Dios te bendiga Wendy.
Está claro que su música vivirá para siempre, así como su influencia. Nunca he visto nada parecido a esto. Muchos homenajes de tantos músicos y fans, tantos buenos deseos, sin cinismo, amor puro, simplemente la apreciación de ungran hombre.
Es imposible expresar en simples palabras la relación que Ronnie, yo, Wendy y mi esposa teníamos. Era mucho más que un amigo, un colega músico o compañero de banda. Si tengo alma, él es parte de ella.
Realmente creo que Dios, la fé y el destino nos unió de nuevo en 2006, después de 14 años si vernos, para hacer una última gira que se convirtió en un disco.
Nos estábamos divirtiendo juntos, compartiendo la compañía el uno del otro más que nunca antes, hablando sobre hacer un disco más, cuando el destino intervino de nuevo.
Dios te bendiga, Ronald. Muchas gracias por los recuerdos maravillosos”.
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